viernes, 26 de junio de 2015

Primera Quebrantahuesos (QH2015)

Salida dirección Biescas al medio dia al salir del trabajo. Según las predicciones se esperaba buen tiempo para el fin de semana en Huesca. Esta vez lo acertaron. Ya durante el viaje en coche tuvimos un dia fabuloso. Viaje de 5 horas aprox con parada para café en Zuera. A partir de aquí el paisaje empezaba a cambiar con los Pirienos de fondo. Tras pasar el puerto de Monrepos a más de 1200m de altura, llegamos y pasamos por al lado de Sabiñanigo. Desde la carretera, vimos ya, el ambiente, la organización de la zona de salida, la feria del ciclismo, y la carpa tipo circo que era la zona de comida tras la etapa. Seguimos hasta Biescas sin parar para recoger llaves del apartamento. Tras encontrar el apartamento, descargar bicis, equipajes, aparcar y acomodarse, salímos a dar un paseo por Biescas. Habíamos quedado con Vicent para recoger los dorsales y la bolsa del ciclista que el nos había recogido. Después de dar el paseo y tomarnos una cervecita (la mía sin alcohol) y ver un poco el pueblo de Biescas, el cual es precioso, nos fuímos al apartamento a prepararlo todo, cenar y descansar. La cena, filete de atún más filete de salmón con verduras a la plancha.



Todo revisado, despertador a la 5 y a dormir. Entre unas cosas y otras se hicieron las 12. A las 5 sonó el despertador y no siguiendo la costumbre de los 5 + 5 + 5 de un salto arriba. Faltaban 2:30 horas para que dieran la salida. Había que desayunar, vestirse junto con todos los preparativos correspondientes (vaselina, pulsometros, crema solar, evacuación...). Tras un desayuno de cafe con leche de avena y estevia con unas tostadas con aceite vino Vicent a tomarse un café. Revisión e inchado de ruedas a 7'5kg y abastecimiento de geles, sales, barritas, periodico.... Salimós sobre las 6:15 dirección Sabiñanigo a 17kms de allí. Hacía fresquete y hasta los dientes nos chirriaban. Llegamos a las inmediaciones de Sabiñanigo y era un mar de ciclistas. Aquello hervía ciclismo, era una fiesta de las dos ruedas. Muchisima gente ya en los cajones y nosotros quedamos bastante atras para la salida. Pero nos daba igual. La finalidad era terminar y disfrutar en la medida de lo posible. Aún dió tiempo para "la pixaeta de la por". Al final, ja no se si hacía tanto frío o eran una suma de frío y nervios. Aunque realmente creo que no estaba nervioso, pero en fin. La idea para futuras veces, es a modo maratón de Valencia, una prenda de abrigo para tirar en la salida y esto solucionado. Esto, junto con una reserva de hotel allí mismo son dos anotaciones resaltadas. Aunque nos perderemos la maravilla que es Biescas. Pero, ganaremos tranquilidad, horas de descanso, frío, y sobretodo comodidad para las fans numero 2 y 3.





Una vez dan la salida estuvimos parados 25 minutos hasta que pasamos por la línea de salida. No era una cosa que nos importará. El tiempo era lo más irrelevante. Lo principal era terminar. (En esta prueba más que nunca). Una vez lanzados le digo a Vicent que haga su marcha como tenía previsto y nosotros a nuestra guerra. Empezamos a subir el ritmo según íbamos avanzando. Íbamos cogiendo grupos y descartando otros hasta que nos dimos cuenta que íbamos con un grupo de 6 o 7 de Picanya, los cuales llevaban un ritmo muy bueno para nosotros. Además al escucharlos, supimos que ya habían estado allí otros años. Poco antes de llegar a Canfranc nos adelantant Toni y Parri de Favara que habían salido muy atrás parece ser. También les digo que sigan a lo suyo tras un apretón de manos.




Llegábamos a la zona de principios del puerto de Somport y íbamos alucinando desde el inicio con la belleza de los paisajes. Era un privilegio estar pedaleando por esos parajes junto con tanto ciclista. En todo momento ibas acompañado por grupos de ciclistas. En ningún momento te quedabas sólo. En ningún momento te abandonaban las vistas bonitas. Desde edificios de piedra, pueblos pequeñitos xulisimos, prados verdes, cascadas, ríos, montañas cual colosos, conjuntos de vacas, rebaños de obejas y muchas vegetación. Llegamos al primer puerto y lo subimos muy bien al ritmo del socio, que tiraba su freno mano particular según sus sensaciones. Tuvo la mala suerte que se le acabó la pila del pulsometro y no pudo controlar esa parcela. Tuvo que ceñirse a sus sensaciones y a la velocidad. Llegamos al avituallamiento de Candanchú y no faltaba de nada. Powerade, platanos, cocacola, geles gominolas, frutos secos variados (cacau, nueces, pasas). Comimos un poco y nos llevamos otros tantos y hacia adelante. Ya teníamos un puerto y venía la bajada más larga. Nunca he estado tanto tiempo bajando y a tanta velocidad. Era por momentos peligrosa, pero buen asfalto que con las Continental grand prix 4000 se hizo más fácil. Antes de acabar la bajada empezaban a cargarse las cervicales y deseaba llegar al llano. Es una bajada en la que hay muchos momentos en los que también hay que pedalear y bastante si quieres avanzar. Además vas pasando y te pasan muchisimos grupos. Ya en el llano, me doy cuenta que Pedro se le había abierto el bombín y podíamos tener un susto. Esto fue en el peor momento, ya que,  en ese instante nos alcanzó un gran grupo de muchos ciclistas y el socio no llegaba a colocar bien la bomba. Y perdía posiciones hasta que el grupo nos dejó. Era una lastima porque cogiendo esos grupos es cuando se avanza mucho. Una vez puesta la bomba y cuando me alcanzó, hicimos un gran esfuerzo por cogerlos y las piernas se tensaron mucho. De hecho, cuando alcance al gran grupo, el socio se había rezagado un poco y tuve que reducir para que llegará, volviendo a perder al grupo. Sin darnos cuenta habíamos llegado a Francia y estabamos girando en Escot para encarar Le Col de Marie Blanque. Desde el inicio se veía un coloso lleno de vegetación, todo era verde. También desde bajo se podía ver la niebla o una nube que estaba por debajo de la cima. Una vez ya subiendo, la inclinación era importante, las rampas llegaban al 11%,12% incluso más. Los puertos están todos bien señalizados con sus carteles con los datos de inclinación, distancia que tiene el puerto, la altura y la inclinación de los siguentes kms. Creo recordar que el total eran 9kms al 11% de media. También recuerdo que no era el típico puerto lleno de curvas. Eran unas cuantas rectas muy, muy largas. Había chalets de madera esporádicamente, en los que veías a sus dueños desayunando tranquilamente en sus porches, terrazas. Algunos saludos a los franceses (Bonjour) y seguíamos. Ya en el primet puerto (Somport), Pedro ponía su marcha y se marcaba una distancia de "seguridad". Que yo bajaba el ritmo para que me cogiera, el reducia hasta su distancia de "seguridad". Esto, provocaba que no fueramos juntos en casi ningún momento. Ya que, al bajar y esta vez por lógica, manteníamos nuestra distancia. Pero, al subir, yo quería subir con él, aunque fueramos despacio. Ya que, por eso alcance mi compromiso desde el momento de inscribirse. Alcance mi compromiso de hacerla con él porque el también me ha hecho el favor de ser valiente y venir a cumplir su sueño y el mio. Pues esta carrera era un objetivo que rondaba mi mente desde hace muchos años. La Qh es la cicloturista por excelencia y había que vivirla alguna vez. Por eso, yo le estoy agradecido, ya que sin su compañia, no se si la hubiera preparado y si hubiera ido verdaderamente. De ahí, que quisiera cumplir mi compromiso. Además, si él no la hubiese terminado o le hubiese pasado algo, para mi habría sido un trago amargo y de nada serviría estar yo contento por haber hecho un mejor tiempo y el retirado por ejemplo. Pero bien, esta situación de la distancia de seguridad me estaba distrayendo en exceso y ya en Marie Blanque al volver a ocurrir fue cuando le dije que quería ir con él. Ya que, ocurría lo siguiente, que yo iba todo el rato girandome, buscandole porque había muchisimos ciclistas en esta zona. Gente, mucha gente que adelantabamos y gente que nos adelantaba. Somport lo subimos a 11kms/h más menos y en este empezamos a 10kms/h. Yo hasta ese momento iba con ganas, con fuerza, tenía muchisimas piernas, mucho pulmón, pulsaciones bajisimas, sensaciones buenisimas, era exagerado, sensación de salir disparado en qualquier momento y hacer aún un super tiempo. Pero tenía un freno de mano echado en todo momento. Subí todo Somport de pie, todos los repechos de pie, y todo el Marie Blanque de pie. Seguía girandome y ya me irritaba porque notaba que a él no le gustaba que ni siquiera me girará. Y me pareció oir que no me girará. Y aquí vino el momento de inflexión. Era el inicio del puerto aún, subía comodisimo e incluso con el freno echado estaba pasando a una bestialidad de corredores. Me giré y ya no lo veía. Yo no estaba disfrutando. Estaba pensando si lo estaría forzando demasiado. Era un mar de dudas. La mente no paraba de pensar. Me voy, me voy sólo, tengo piernas. Hoy es el día. Igual ya no vuelvo más o ya no consigo este punto de forma nunca. O pensaba, no, no lo puedo abandonar. No voy a cumplir mi palabra. No quiero dejarlo sólo. Me sabe mal. No me parece bien. Pero, coño, si voy de lujo. Aún haría un tiempazo.... Y así, así, llegué a la cima, sin  darme cuenta entre la niebla y la humedad que era exagerada. Íbamos empapados de sudor por la exageración de humedad que había. Corono el Marie Blanque e incluso yendome sólo hacia adelante y subiendo más fuerte, me pareció fácil de subir. Pienso que al ver a cuantos adelante y como sufría la gente, los había que subían andando, contrastaba con lo bien que lo subí yo. Esto alimentaba las ansias de irme sólo y hacer mi marcha que era lo que tendría que haber hecho desde el inicio. Porque tenía una sensación agridulce. Había entrenado muy bien, mucha bici y pensaba que no se repetiría. A 20 metros de llegar arriba donde había muchos ciclistas parados. Unos celebraban haber llegado, otros cogían aire, otros se hacían fotos en el cartel. Y aquí, decido parar a esperarle. Me aparto a un lado, me hago fotos...


Pasaban muchos ciclistas y Pedro no venía. Entonces, volvía a pensar demasiado. Me giro y me escondo un poco para mear. Y cuando termino digo, a ver si a pasado y no me ha visto y yo a él. Decido bajar hasta el avituallamiento que según la gente estaba a 2kms. La bajada era dura, díficil, muy técnica. Seguía la humedad. Al final de la bajada una curva muy díficil que supero con normalidad. Detrás, una recta en bajada muy larga. Ya se cogía bastante velocidad. Entonces ocurrió, veo un espacio a la izquierda de un corredor y pido paso. El chico que iba al centro se viene un poco hacia la izquierda y zas, impacta con mi hombro. Los manillares se quedan enganchados y después de unos metros, mi rueda se sale del asfalto y aquí llegó el desastre. Al suelo sin soltarme del manillar. Él no, él se fue al medio de la calzada sin caer. Pero yo, yo fui cayendo y en mi mente apareció un fantasma. Pense que no lo contaba. Pense que me quedaba en el sitio. Pues ibamos rápido. Después del primer golpe contra el asfalto fui arrastrandome sobre él hasta que frené en un poco de hierva que había en el arcén. Me levante maldeciendo, viendo las heridas, la sangre, el equipaje deshecho. Y sientiendo dolor hasta en las entrañas. Me sentía desgarrado entero. La ropa rota, la bici la veía rota, manillar doblado, la mano llena de agugeros sangrando, la pierna me escocía, el codo dolía, la rodilla. Pero, empece asimilar que era superficial. No me había roto nada. En primera instancia. Llegó el chico, me ayudó. Me levante, levantamos la bici. No iba el cambio, pero, las ruedas giraban. Faltaba un km para la zona de avituallamiento y la app de la Qh no iba. No podía pedir asistencia. Entonces subo a la bici y me dejo caer un km que faltaba apenas sin pedalear. En la cabeza estaban ya Ali y Marina solamente. Y por supuesto que todo había terminado. Que el sueño se difuminaba. Pensaba que se iban a asustar cuando las llamará. Llegué a la zona y buscaba a la ambulancia. Pero, vi una tienda de campaña de la cruz roja. Deje la bici y me asistieron a la perfección. Cuatro chicas, entre ellas una médico y también dos chicos que no se si eran ats o celadores. Me curaron, me cosieron un dedo bien cosido, me dieron de comer, beber... Estuve más o alrededor de 1 hora acostado en una camilla. Mientras me cosían y estando acostado vi a Peter pasar con la bici. Desde que pasó, hasta que terminaron, pasaría media hora. Me había helado. Me habían tapado en una manta. Y ya tenía claro de abandonar. No era lógico seguir. Entonces, la doctor me pregunta si pienso seguir. Le digo que no, y ella me dice que aparentemente no ve nada grave para no seguir pero que decida yo.



 Entonces la cabeza me iba a mil. No sabia que pensar. Quedaban 110 kms. Bajadas de puertos y dos puertos por subir. Portalet y La Hoz de Jaca. Que hago señor, que hago. Pregunto como tengo que bajar a Sabiñanigo en caso de abandono y como no presentaba gravedad, nada roto... Me tenía que esperar a l,autobus escoba. Este pasaria por allí cuando pasará el último ciclista. Más, menos, 15 o 16 de la tarde. Aquí si que lo vi una montaña. A 110 kms y a las 16 de la tarde. Es decir, a la 20 veríamos si habría llegado. Cojo la bici y el cambio no funciona. El plato si, pero las coronas no. Y está en el 25. No se mueve. Voy al servicio técnico de Mavic y había mucha cola. Y decido bajar el puerto y ver las cosas luego o llegar a otro avituallamiento. Estaba muy lejos para que Ali viniera. Le llamo y allí no tengo cobertura. Al final salgo. Las manetas dobladas hacia dentro. Los frenos iban, el plato entraba bien y salía bien. Al bajar incluso con el plato mucha cadencia, excesiva. En cuanto me doy cuenta voy tirando de los grupos que cojo. Plato puesto, muchisima rabia encima. En la mente encontrar a Pedro. Por lo menos sabía que iba delante. Llego a pie de Portalet y cartel de 27 kms hasta la cima. Subo muy rápido, incluso con el plato. Adelantando a muchisima gente. Es un puerto que los primeros 15kms se suben muy bien. Pero, yo estaba abusando del plato y las pulsaciomes subian a 170. Entonces regulaba. Iba a tope, ponía plato lo quitaba. Me estaba desfondando, pero quería encontrar al socio mas que nunca y ya bajaría el ritmo. Por momentos me faltaban coronas. Subía atrancado y me obligaba a subir de pie en todo momento. Subi la primera parte rapidisimo. Y llegué al avituallamiento que está a los 16kms mas o menos. Y vi a Pedro, estaba llegando al avituallamiento. 


Cuando me vio no se lo creía. "Sociooo, que casi me he matado joder". Las lagrimas salían solas. Tenía mucho dolor, el dedo me dolía mucho, la bici no cambiaba, las manetas dobladas, el cuadriceps escocía y mucho, pero había encontrado al socio. Estaba alucinando de la pinta que llevaba. Lleno de sangre, todo vendado, la ropa rota. Él me hacía delante y no imaginaba esto. Después de repostar en el avituallamiento de Portalet, seguímos a su ritmo. Faltaba lo más duro de Portalet, pero las vistas cada vez se superaban. 



Cascadas, prados, más colosos, valles inmensos, rebaños de obejas de vacas... Los últimos 4 kms de Portalet se hacen muy duros y si encima no puedes cambiar de piño más aún. Pero, entonces aparecieron muchos aficionados en las cunetas, llegando a la cima. Animaban a todos y en el último km hasta coronar, me entró la emoción y subí llorando como un niño. Lloraba de rabia, de dolor, de impotencia. Ya que, todo iba tan bien. Maldita bajada. Maldita caída. Por fin coronamos y a bajar por Formigal. El asfalto estaba fatal. Me dolía el dedo y el alma en cada bache. Pedro que se había recuperado perfectamente, estaba bajando super bieny yo fatal al no poder meter desarrollo


Pues el dedo no paraba de vibrar y era un infierno. Encima no podía pedalear en la bajada al no poder cambiar desarrolo y todos se me iban. Llegamos al otro avituallamiento que estaba en las pistas de Formigal. Comimos algo, repostamos bidones y a seguir. Más bajada y llano. Sin darnos cuenta estabamos llegando al comienzo del último puerto. El calor era importante, pues eran más de las 14 de la tarde y el sol era radiante. Las vistas seguían a lo suyo y se empeñaban en seguir sorprendiendonos. 


Se sumaban lagos, pantanos, más vegetación, mucho verde y llegaron las rampitas. Dos kilometros bastante duros, creo que al 11%. Pero, que se suben bien. Pues solo quieres llegar y bajar de la bici. Llegamos a Hoz de Jaca y otro avituallamiento que dejamos atrás sin parar. Bajamos más bajadas y llegamos al llano. Llano con un poco de bajada que también tenía algún repecho y con mucho aire de cara. Aquí sacamos el pun de honor, coraje y fuerzas del cajón de las batallas y tiramos con garra de todos los grupos que íbamos cogiendo.



Llegamos a la altura de Biescas. Ya sólo quedaban 17 kms. El socio aguantaba el tirón y en mi cabeza solo ya ver a mis mujeres. No podía parar de pensar en cuanto me vieran el susto que se iban a llevar. Pensabamos que era todo hacia bajo ya, pero, había sorpresa. Antes de llegar a Sabiñanigo te hacían subir dos repechos que se hicieron de lo más duro, debido a las horas que llevabamos arriba del sillín. Por fin llegamos al pueblo. Las calles llenas de gente. Faltaban muchos por llegar y habíam llegado ya muchos. Última curva y ahí estaban pele y mele. Siempre me acordaré de como le cambió la cara a Ali conforme me veía y me veía las vendas. Por fin cruzamos la meta mi socio y yo cogidos, parando el crono en 8:59:34. Bajamos de 9 horas que al comenzar esta andadura ni siquiera nos planteamos este tiempo. Pedro valiente sufrió en algunos momentos como el Marie Blanque o el final del Portalet. Pero quien no sufre ahí? Por lo demás a mi modo de parecer fue genial. Estaba entrenado y hizo lo que tenía que hacer, "acabarla" que para eso habíamos ido allí. Encima medalla de plata. Yo medalla de bronce.




Conclusión: La Qh me ha enamorado. Se puede enamorar uno de una mujer, de una hija, de la familia, de su madre, de su padre, de sus abuelos, de la vida, como yo lo hago. Pero, me faltaba enamorarme de una prueba, de un paraiso de lugares y yo lo he hecho. El año que viene volveremos, si se puede e intentaremos darlo todo como siempre hacemos.


lunes, 22 de junio de 2015

Resumen de los últimos tiempos...

Se acerca un nuevo desafio esperado desde hace muchos años. Pues allá por los tiempos lejanos en donde un servidor se propuso y se encargo de terminar un Ironman, junto con algunos triatlones más, soñé con que un año o una buena temporada, la dedicaría a mejorar mi ciclismo. Para ello, necesitaría aparcar las otras dos disciplinas (natación y running) y así poder dedicar más tiempo a las dos ruedas. En esa epoca, nadaba bien, corría bien, pero mis parciales em bici me alejaban de la gente que nadaba y corría incluso menos que yo. Pues bien, en la actualidad y consecuencia de una fuerte lesión de pubalgía. Me he visto obligado a detener por completo la práctica de nado y el atletismo. En 2014 y tras el verano, empezaron las molestias que finalizaron en una lesión muy importante. Llegué a completar el maratón de Valencia como pude, incluso con un tiempo perfecto, pero a sabiendas de ser consciente de que tardaría a volver a correr. Pues el dolor con el que cruce la meta fue el detonante de que había que buscar una solución. Tras dos o tres intentos de entrene, me puse en manos del fisio para planificar el tratamiento. Intentamos, tras un parón largo casi hasta finales de 2014, alternar caminar-nadar con caminar por la montaña y algo de ciclismo suave y la cosa por momentos, empeoró. Luego, pasamos a un tratamiento menos agresivo y más focalizado. La natación y el atletismo detenidos hasta estar totalmente recuperado. Seguidamente, empece a hacer solo ciclismo sin forzar. Hasta llegar a poder hacer ciclismo con normalidad.



Este fue mi último día como corredor
Las salidas en ciclismo con el Club de Almussafes me fueron muy bien y la lesión fue mejorando. A lo lejos, nacía una ilusión de poder realizar la Marcha cicloturística de Roquette 2014. Pero, las dudas no se disipaban. Ya que, las molestias siempre aparecian en frío y en algunas zonas sin encontrar exactamente la ubicación.





Con la mente solo en ciclismo aparece una nueva compañera.
Y las ganas de hacer ciclismo aumentan.
Entonces ocurre que los días de salidas un poco más largas, las molestias se reducen. Y ya decido que si hago la marcha. Además, llega la fecha de la inscripción al sorteo de la Quebrantahuesos y arriesgamos por si nos toca y puedo recuperarme del todo y llegar a coger una buena forma em bici, nos inscribimos. Mi compañero de fatigas (Pedro) y yo.
Los dos cogemos el compromiso de hacer la QH juntos en el caso de que nos tocará el sorteo de la inscripción. Llegó el día y nos tocó. Había que inscribirse y lo hicimos. Ya estabamos dentro. No había marcha atrás. Había que cambiar el chip. Había que entrenar adecuadamente con la mente en ese objetivo. La marcha de Roquette nos serviria de preparación. Además había que planificar salidas más largas. Salidas, solitarias, sin parar a almorzar. Se junto un aumento de trabajo. Trabajo fines de semana. Días de trabajo tras etapas larguisimas. Y los dos ibamos superando esos días. A eso hay que siempre recordar, que Pedro solo lleva dos años dandole al pedal. Que nunca había hecho deporte y que su primer reto fue la Roquette de 2013. La cual acabo muy valientemente.










Después de muchos entrenes, en los que no llegaba a forzar del todo, llegaba la marcha del 2 de Mayo y con la sensación de que habia mejorado bastante en bici al ser el único deporte que hacia y tras algunos entrenes que te suben la moral. Las molestias llegaron a desaparecer. Aunque al dia siguiente de un dia duro, solían dar señales de vida.


















Al final pude terminar la Marcha con un buen tiempo a pesar del mal día que tuve. Desde el inicio, el calor, los calambres y las malas sensaciones se adueñaron de mi y no pude mejorar los resultados del año anterior. No obstante, después de todo acabe feliz de haber finalizado. Pense mil veces poner pie al suelo y volver con el coche escoba. Muchos fueron los errores y las diferencias con el fantastico resultado del curso anterior. El ritmo de salida fue "criminal". Una salida a discreción, las piernas no tardaron en ponerse al rojo vivo. Las pulsaciones al 85% ya en la subida al Col de l,Almaguer. Errores, errores fueron varios y entre ellos, uno de los primordiales, la alimentación. La planificación de los entrenamientos como segunda causa. El ritmo y la calidad fue, sobre todo las dos, tres últimas semanas como tercera causa, entrenes a ritmo bajo. Carencia de series, series en cuestas, en llano. Trabajos de potencia, a plato. Más trabajo de cadencia. Por último, una diferencia importante respecto al año anterior fue el no correr a pie. Tampoco los entrenes de trail. Además, pienso que hay que entrenar la salida. Esa salida hacia el Almaguer a balón parado. Sin apenas calentar. Eso hay que mejorarlo. Con todo esto anotado y asumido como errores de los que he de aprender. De hecho, y ya para la QH, ya estamos en ello. Cuidando todos estos aspectos. La mejoria es abismal. Principalmente la alimentación. El dia de la marcha estaba con 77kgs de peso y hoy estoy en 70kgs. Además, me siento energico, con chispa. Al introducir una dieta entre alcalina-paleo-vegana y un poco de aquí y de allá. También con consejos del capo, de Javi y de Sergio el fisió. Del que estoy agradecido. La lesión va desapareciendo y el ha sido el artifice.

Llega el momento y en la mente todas las salidas duras y largas con los compañeros del club de Almussafes, con mi socio y gran compañero Pedro. Valiente, sufridor y luchador compañero. Dos veces la vuelta de Millares-Bicorp por Dos Aguas, quinientas veces la vuelta de la Chufa que ya es mi preferida. Esta es la vuelta de casa por excelencia. Con el odio que le tenía y con el amor que le tengo ahora. Pues al final te haces a ella. Me conozco cada curva cada repecho, cada puerto como para ya no sufrir mentalmente. Ahora bien, si fisicamente claro está. También, entrenes a Chiva, Cheste... Etapas a Beniarres, Navalón volviendo por las Cumbres de Valencia. Por supuesto a Oliva por Beniarres, Planes, y bajar por la Vall de la Gallinera (solitaria). Otra solitaria para valientes fue Drova desde Gandia, bajar Barx, subir Simat, Beniganim, Bellus, Serragrossa, Xativa y a casa. Por último, quedan en la retina, el Coll de Rates desde Calpe, subidas a la Bola de Cullera varias, la etapa con Javi y Salva a Denia a relevos con el Capo a cada km y la última etapa a Oliva por Benicolet. Han faltado algunas deseadas como a Muro de Alcoi con el presi, la Portera con el socio y el presi. Estas quedarán para un futuro seguro. La sensación esta vez sí y no como en la previa de la Marcha de aquí son de haber hecho los deberes. Sobre todo en la parcela de la alimentación, peso (69-70kgs) siete menos que el 2 de Mayo (77kgs). Ahora, ya solo queda el viaje y arrancará la Quebrantahuesos 2015. Esta aventura pura de ciclismo se la dedicaré al más grande aficionado al ciclismo que vi y que ya no he vuelto a ver a nadie vivir el ciclismo como el lo vivía. Siempre recordaré como Induraín, Perico... nos levantaba de la silla en Oliva junto con sus amigos y vecinos de aquella casa.




martes, 17 de junio de 2014

Entrene de reconocimiento del nuevo circuito de Trail Roquette Benifaió

La semana pasada volvíamos al runnig poco a poco. Domingo 30' suaves - Lunes 1h suave - Martes otra hora suave y una serie final muy fuerte de 2kms - Miércoles 1h suave con 5 cambios cortos y progresivos al final. Jueves pecera 1000m, retomamos también la natación poco a poco. Viernes nos reencontrábamos con la flaquita y subíamos las subidas de Cullera con 2:37:00 de entrene. La subida a la bola (radar meteorológico) agonizante por el calor de las 11 a.m. Al volver "cruise control" (35km/h) y dos cambios de ritmo fuerte al finalizar. El sábado, último entrene semanal por el circuito del trail del Domingo que viene. Nuevo circuito de la prueba. Menos dureza, menos kilometros, muy divertido y a la vez peligroso. Tiene dos o tres bajadas criminales pero el resto es muy rodador y sendero. La salida fue con todo el equipo de Kangurs. Al finalizar el entrene teníamos un avituallamiento buenísimo cortesía del equipo. Éramos unos 35 aprox y estuvo muy bien. Finalmente salen 18'5 kilometros con 675m de desnivel ganado. Lo hicimos en 2:30:00 aproximadamente y terminé muy bien. El problema vino al día siguiente que no podía ni andar. Domingo descanso si se puede decir descanso. Ya que, me tocó hacer con mucho gusto de reportero de la comunión de mi sobrino y aguante como pude las agujetas de cuadriceps espectaculares que tuve. Ayer Lunes eran peores aún las agujetas, las escaleras me parecían un infierno y me recordaban a los días post maratón de asfalto. Por lo que, 1500 metros de nado fueron suficientes.
Los dos entrenes de natación que llevo me han encantado, sobretodo por el Garmin que es una pasada. Se acabaron los recuentos de largos y brazadas. La tecnología nos hará unos perreros al final.